lunes, 12 de enero de 2009

CONCLUSIONES

Las tradiciones culturales de un pueblo hacen parte de su riqueza y de los atractivos que ofrece a las personas para que lo elijan como destino para visitar, son elementos muy valorados para el turismo que es una actividad económica muy valiosa para la generación de empleo y de recursos y para el desarrollo de un área geográfica determinada.

Entre esas tradiciones, se destaca la gastronomía como parte fundamental de amplia aceptación, pues el ser humano en cualquier clase de actividad que desarrolle siempre tiene la alimentación como una necesidad básica; el Valle del Cauca se destaca a nivel nacional por la riqueza de su oferta gastronómica en la cual las frituras, picadas y mecato cumplen un papel determinante de la oferta que puede disfrutar el visitante tanto del ámbito local, nacional e internacional.

Existe una amplia gama de oferta de frituras, picadas y mecato en el Valle del Cauca, en cada uno de sus municipios hay un esmero por tener sus propios atractivos en este aspecto que unidos a los otros de carácter natural, cultural, arquitectónico, religioso y de eventos, fiestas y ferias, forman un conjunto de gran aceptación para considerar visitarlos a lo largo del año, pues la variedad de actividades y eventos permiten a los visitantes tener muchas opciones para elegir el destino en cualquier temporada.

La riqueza natural del departamento en suelos fértiles, variedad de climas y gente trabajadora, permite la producción de la mayoría de vegetales y animales necesarios para ser usados en la preparación de sus platos típicos y para las frituras, picadas y mecato.

El cultivo de la caña de azúcar que es el principal producto agrícola que produce el departamento, incide directamente en su gastronomía, especialmente en su mecato, caracterizado por su dulzura pues la mayoría de productos típicos tiene como eje fundamental el dulce sabor del azúcar y de la panela, que se fusionan con las frutas para formar manjares irresistibles a la tentación de cualquier paladar.

Las frituras son igualmente delicias que abundan en los 42 municipios del departamento, están a disposición en las calles, negocios, parques y hasta en las carreteras y sobresalen por su variedad y sabor; son productos enriquecidos gracias a las múltiples fusiones generadas por la multiplicidad de etnias que confluyen en un territorio rico en paisajes, geografía e historia.

La gastronomía está ligada a las tradiciones festivas que caracterizan a los vallecaucanos, seres que llevan en su sangre el calor del trópico, la dulzura de la caña de azúcar y la música de los tambores africanos, así sus pueblos se engalanan con una serie de eventos, ferias y fiestas en las cuales el jolgorio se mezcla con los sabores, las tradiciones, los olores y los ritmos para conformar un conjunto único e irresistible que invita a la fiesta, al goce y al deleite, razones suficientes para hacer de este territorio un destino muy importante para visitar, disfrutar, regresar y recomendar.

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